Nací en Guadalajara, Jalisco, una ciudad de la que conozco muy poco, ya que solo nací ahí y viví solo 6 meses en aquel pueblote, según mi mamá.
No soy muy alto, pero desde niño siempre he estado arriba de la media y ahora que me encuentro de intercambio en este tranquilo país, pues me encuentro algo bajo. El promedio de estatura aquí esta cerca de los 4 o 5 metros. O eso parece.
Tampoco soy un Adonis, pero siempre he hecho ejercicio, lo que me hace estar un poco en forma. También me ha ayudado mucho la genética familiar, excepto por el puto acné de mierda que me atormento toda la pubertad. Y cuando digo que me atormento, es en serio. Maldita enfermedad infernal(soy agnósista). Probé de todo, hasta acupuntura, y nunca se me tranquilizo. No soy metrosexual, pero ademas de que lucia de la mierda también me dolía, y valla que duelen esas bolas.
Soy hijo único de una madre soltera; nunca supe de mi padre.
Fui criado principalmente por mi abuela y mi abuelo, lo que me hace respetar infinitamente a los ancianos. Bueno, al pendejo de Fidel Castro nunca lo voy a respetar.
Soy fumador, y como tal, sé que fumar mata, sé que produce abortos, sé que contamina, sé que me hace oler mal, que tal vez se me deje de parar por eso, que tengo los pulmones bien pinches negros, que es una gastadera de dinero, que cada cigarro acorta 5 minutos la vida. Mas aquí estoy, fumo y tengo erecciones.
Tengo 6 meses fuera de México y me impresionó mucho que las cajetillas de aquí tienen una publicidad muy fuerte respecto al que fumar te mata, fotografías de abortos, pulmones negros, personas con cáncer, entre otras sartas de estupideces.
Cabrones, por favor, ya sabemos que fumar mata. Hasta ahora no conozco a un sólo fumador que lo haya dejado a causa de esas fotos.
Lo unico que nos hace dejar de fumar son nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros abuelos, nuestros hermanos, la enfisema y el cáncer. De estos dos últimos no estoy muy convencido.
Incluso he llegado a pensar de que ponen esas cosas nomas para hacernos fumar más.
Pero bueno, tengo muy presente una conversación que tuve con un homeless al que le pedí un cigarro en Canadá. Sí, ya sé, el cabrón jodido y yo pidiendole un cigarro. Pero ya les ayude mucho a esos cabrones, quería ver si encontraba un poco de vice versa cósmica o algo por el estilo. Bueno la conversación fue algo así:
- Buenas señor ¿tendrá un cigarro que me regale?, dije dudoso.
- ¿Por qué fumas muchachito?, él tajante.
Esas son las preguntas que más me enervan. Pero quiero ser sincero, si por alguna razón me encabrona, es por que no sé. O por lo menos, hasta ese día, no lo sabía.
-¿En verdad importa?, dije sin saber si quería una respuesta.
-No, claro que no importa. ¿Sabes que voy a hacer? No sólo te voy a dar un cigarro, sino también te voy a decir el por qué de nuestro vicio(saca un cigarro Phillip Morris y me lo ofrece). "Nosotros fumamos porque, como todos los fumadores, nuestras ganas de vivir, muchas veces se camuflan en nuestro deseo de morir."
Les soy sincero, me impresiono mucho aquel hombre. Y me hizo preguntarme: ¿por qué gente como esa es tan pobre? cuando deberían de estar escribiendo libros o haciendo reportajes, siendo profesores. En momentos, esos hombres, ricos en espíritu y pobres en recursos, terminan enseñandonos más que muchos programas de televisión por los que llegamos a pagar. Lo que me ha llevado muchas veces a pensar que la ética y la riqueza son inversamente proporcionales.
Son las 4:48 de la tarde en Lesves, Bélgica.
